LAS CARTAS QUE SE LLEVÓ EL VIENTO

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Hay excepciones, mi hijo por ejemplo es honesto con su pareja, pero es que yo lo he enseñado así y no se crió viendo malos ejemplos.

Pero no en todas las casas se puede ocultar los cuernos (el mal ejemplo), la infidelidad tarde o temprano salta y se sabe.

El que confía es el último en enterarse, y a veces los hijos ni se enteran que eso ha sucedido, y otros lo toman como parte de la vida y normalizan la deslealtad.

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(LPattydB)